Nuestros dioses antiguos, Saturnino Herrán [Pintura Histórica].
Saturnino Herrán, año 1918. Mural inconcluso. Museo de Aguascalientes.
El tablero izquierdo y derecho tienen una dimensión de 57.5 cm x 175 cm, y el tablero central de 88.5 x 62.5 cm. Museo Aguascalientes.
En el friso central de Nuestros dioses antiguos se representa el momento en que la religión cristiana influye sobre el politeísmo en México. Originalmente se pensó como un mural que sería incluido en el Teatro Nacional, actualmente llamado Palacio de Bellas Artes. Sin embargo, la salud de Saturnino Herrán comenzó a decaer, fue hospitalizado y finalmente murió antes de concluir la obra.
En el lado izquierdo del mural Herrán, plasmó el pasado indígena con una procesión de doce indígenas, algunos llevan ofrendas y otros hacen reverencia. En el fondo de la escena se aprecia un paisaje de volcanes y nubes, el artista destaca el arte y tradición indígena con los penachos de pluma de quetzal, el copal y el chimalli (escudo azteca).
El tablero derecho se lee de derecha a izquierda; se encuentra representada la herencia hispánica, vemos también a doce personajes, entre ellos al conquistador y los frailes, algunos reverenciando, y vestidos con capas y yelmos, llevan la imagen de la Virgen María. En ésta escena predominan los tonos azules y marrones.
Al centro de la obra se encuentra la Coatlicue (Madre de todos los dioses) de cuyo seno nace un Cristo vencido. Al interpretar ésta imagen se puede percibir la cosmogonía prehispánica, la unión entre la tierra y el cielo, el ciclo de la muerte y el renacer. Un monolito como soporte para la crucifixión, que proporciona una simetría entre los dos símbolos religiosos, dos grupos de personajes alineados en igualdad, por el plano horizontal de los brazos de Cristo al centro de Coatlicue.
En la interpretación de Herrán, la Coatlicue, con su forma antropomórfica nos deja ver dos referentes de la mexicanidad; una representación de las dualidades mujer/serpiente, ser humano/deidad, vida/muerte, hombre/mujer, madre/hijo, tierra/cielo, etc. El artista, plasmó en esta obra, Nuestros dioses antiguos, una representación de la convergencia cultural occidental e indígena de la nación.
Saludos.
Excelente obra, lástima que no la pudo terminar este gran artista nuestro. gracias por compartir tanto arte, felicidades.